Metamorfosis electoralista del relato oficial
Por Rodolfo Rodil Ex Diputado Nacional
26/09/13
Asistimos a una mutación sorprendente en la propuesta del FPV de cara a las elecciones de Octubre. Para las PASO, los candidatos kirchneristas convocaron a “elegir la profundización del modelo”. Para obtener apoyo, los postulantes oficialistas realzaban la “década ganada” y desechaban las críticas.
Así pudimos escuchar por parte de los candidatos y funcionarios del gobierno las siguientes afirmaciones: El único índice de inflación confiable es el del INDEC, que refleja una inflación del 10% anual, mientras los aumentos salariales superan el 24%. La criminalidad ha bajado. La inseguridad es una sensación alentada por la “cadena del desánimo”. Enfrentaremos con firmeza a los “fondos buitre”. Jamás reabriremos el canje. El impuesto a las ganancias es justo y no puede modificarse el mínimo no imponible pues no hay condiciones para absorber el impacto fiscal de la medida. No hay crisis energética. A partir de la nacionalización de YPF recuperamos nuestra soberanía hidrocarburífera.
Enarbolando estas ideas, el oficialismo cosechó el 26,3% de los votos a nivel nacional en agosto.
A partir de ese resultado, el discurso oficial dio un giro y hoy los candidatos del FPV afirman: La inflación es mayor a la que mide el INDEC e impacta sobre los más humildes. La inseguridad no es una sensación sino un problema que afecta a todos y se debe resolver. Para ello han propuesto bajar la edad de imputabilidad de los menores, se enviaron 4000 gendarmes al conurbano y se designó a Alejandro Granados, cultor de la mano dura, al frente del flamante Ministerio de Seguridad bonaerense. Es necesario reabrir el canje para posibilitar el pago a los “fondos buitre” y evitar el “default”. Corresponde elevar el mínimo no imponible a $15.000. El déficit energético es grave. Para superarlo, la única alternativa es explotar el “shale oil”” de Vaca Muerta firmando un contrato secreto con Chevron. A esto cabe agregarle la participación de figuras del oficialismo en los programas radiales y televisivos de la denostada “corpo”.
No estamos frente a matices dentro de un “modelo”.
Se trata de un cambio discursivo substancial y de la adopción de medidas contrapuestas a lo prometido en la campaña. La metamorfosis oficialista ha desconcertado a los votantes del FPV, que hoy se preguntan: ¿A quién quiere representar el kirchnerismo? ¿A garantistas o a impulsores de la mano dura? ¿A quienes creen que la inflación es del 30% y perjudica a los trabajadores o a quienes sostienen que es del 10% mientras los salarios crecen al 24%? ¿A los que señalan que hay corrupción o a los que propagan que todo es un invento de Lanata? ¿A quienes afirman que no hay que negociar con los “fondos buitre” o a quienes dicen que ese tema debe resolverse? ¿A quienes expresan que Chevron contaminará o a quienes explican que el acuerdo YPF-Chevron es beneficioso? Difícil saberlo. Lo cierto es que, hasta octubre, el gobierno intentará transmitirnos que varió sus posturas porque es sensible a la demanda social expresada en las urnas. Nada más lejos de la realidad.
Simplemente declaman un cambio, como en 2011, para no perder poder.
Y recurren a una estrategia que sintetizó Marx (Groucho):”Estos son mis principios. Si no le gustan tengo otros”.
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http://www.clarin.com/opinion/Metamorfosis-electoralista-relato-oficial_0_1000100035.html
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