Texto: Javier Gumucio para OH!
Twitter: @gumuciojavi
Excéntrico periodista y principal opositor del gobierno kirchnerista: “Hablo de donde está el poder, no voy a hablar del intendente de Lavallol”, avisa Jorge Lanata, quien tiene muchas historias para revelar y muchos personajes que ilustrar.
INICIOS EN EL PERIODISMO Y SU VOCACIÓN POR EL OFICIO
“No me acuerdo de dónde viene mi vocación por el periodismo. Mi primera nota fue de Conrado Rodelo, esos escritores que te hacen odiar en el colegio. Lo busqué en la guía telefónica, lo llamé y le dije que le quería hacer una nota. Desde ese momento empecé a escribir y no pude dejar de hacerlo”, cuenta Lanata, haciendo un preámbulo sobre sus primeros pasos en la profesión.
“Mi mamá estuvo 40 años sin hablar por una enfermedad, por eso es paradójico que yo me haya dedicado a escribir y preguntar”, señala, en referencia al tumor cerebral que dejó a su madre sin habla y en silla de ruedas, cuando él tenía cinco años.
“Un día vi un cartel que decía radio y entré a pedir trabajo, ingresé a hablar con el director, que me dio un laburo como redactor en un informativo, mi viejo firmó el contrato porque yo era menor de edad, ¡tenía 14 años!”, se sorprende; y agrega: “En mi casa no había biblioteca. Como mi viejo era dentista, al fondo de mi casa habían unas piezas de plomo que yo las vendía para comprarme libros”, confiesa.
Lanata nació en Mar del Plata hace 53 años, pero creció en Sarandí, Avellaneda.
“Terminando el colegio, intenté estudiar abogacía pero dejé porque era algo estúpido; y filosofía, que me interesa hasta hoy. Era tiempo de la dictadura así que comencé a trabajar de todo. Cubría actualidad para un yanqui, era mozo en San Isidro, laburé de boletero y hasta en un programa de folclore en la radio”, cuenta.
Durante la dictadura militar, además de las distintas ocupaciones que tuvo, Lanata afirma que leía sobre matemática, física y poesía.
“La poesía me enseñó a escribir, lo sigo haciendo hasta hoy, la poesía es música. Cortázar es jazz, por ejemplo”, afirma el conductor del ciclo Periodismo para Todos.
En los últimos meses del gobierno de facto en 1982, Lanata regresó al periodismo con el Tren Cultural de la Organización de Estados Americanos. “Era un tren que viajaba por todo el país regalando libros a las personas, cuando me enteré que era una acción de prensa del secretario de cultura de la dictadura, dejé el tren colgado en La Pampa y me fui”, revela.
PÁGINA 12
El fundador del diario Página 12, explica los pormenores de la creación de aquel medio.“Cuando se me ocurre Página 12 tenía 25 años, en la revista El Porteño ya publicábamos todo lo que los otros medios sabían pero no querían difundir por sus compromisos. Página 12 empezó con esa idea, la contra información”, dice.
“Se armó un grupo con tipos expulsados de los otros medios y la guita la puso Sokolowicz (Fernando, empresario maderero). Nuestra primera oficina tenía 80 metros cuadrados, no entrabamos todos, los fotógrafos laburaban en el baño. No teníamos la puta idea de cómo hacer un diario, ahí aprendimos”, enfatiza un Lanata sincero, para añadir: “primero tengo que aprender las reglas, después no tengo qué carajo romper”.
“A esa edad uno patea las puertas, no pide permiso. El periodismo desde hace mucho se caracterizó como una lucha contra la imposibilidad técnica, monetaria y de libertad. Pero igual, este oficio es muy romántico”, reconoce.
“Cuando el diario se vende a Clarín yo me voy, después de haberlo dirigido durante diez años. Los medios gráficos expresan la mentalidad de la época, por eso Página 12 vibró a fines de los 80 y principios de los 90, no pasaba desapercibido, lo amabas o lo odiabas”, dice.
Con respecto a la actualidad de aquel medio, Lanata sostiene:
“Siempre que me fui de un medio, se cayó, como empresario fui un desastre. Lo vivo como un fracaso porque yo tendría que haber formado un grupo que continúe estable, aun cuando yo me vaya. Para mi Página 12 cerró hace tiempo, lo que sale hoy es un boletín patético”, opina.
“A mí me gustaría que se lo recuerde como un diario libre. Nosotros nos cuestionábamos cada sección publicada, nos replanteábamos todo de nuevo, no como los diarios de hoy”, cuenta.
Asegura que sintió bronca y tristeza cuando no lo llamaron en el aniversario por los 20 años del periódico que fundó.
“Fue un gesto tonto y menor que en su momento me dolió, me ningunearon, pero al no nombrarme me hicieron sentir más presente que nunca. Durante mucho tiempo me sentí orgulloso de hacer Página 12”, asegura.
SUS REFERENTES Y LA ACTUALIDAD DEL PERIODISMO ARGENTINO
“Mis referentes no eran conocidos, más que eso, eran personas con las que trabajé y admiro mucho: Osvaldo Soriano, Juan Gelman, Miguel Bonasso. Tuve suerte de compartir la redacción con ellos y armar otra buena generación de periodistas que empezaron conmigo.Entrevisté a Julio Cortázar meses antes de su muerte y a Jorge Luis Borges dos veces, tengo un gran respeto hacia ellos. Cuando Borges me recibió yo no era nadie”, confiesa.
Jorge Lanata considera que el nivel del periodismo hoy es muy pobre.
“El nivel de la profesión es una porquería, en una redacción preguntas cuántos hablan inglés y dos personas levantan la mano. En la universidad, de mis cien alumnos, tres eran buenos, los demás tenían que volver todos al secundario. Los jóvenes de hoy son muy pedantes, deberían formarse primero y opinar después. Leer no sólo te permite levantarte más minas, sino ser más sensible y comprender el entorno”, dice.
Sobre la tapa del diario Muy, en la que muestran el cadáver de la joven Ángeles Rawson, asesinada y hallada en el predio del CEAMSE, Lanata recrimina: “Las fotos sirven cuando aportan y dicen algo. Pero hay límites, no seamos los borrachos de la fiesta. Es terriblemente doloroso para la familia, eso no es periodismo porque no agrega”, reprueba.
PERIODISMO PARA TODOS Y PERIODISMO MILITANTE
“Yo no creo en el periodismo militante, estoy en contra. Nosotros los periodistas preguntamos y los militantes responden. Tienen que saber que nada es la verdad absoluta, no hay que proteger a la gente de los hechos. Siempre es mejor saber que no saber y si sabes tenés que decirlo. Se agregó el fanatismo en el medio, odias a tus ex amigos porque piensan diferente y así es difícil”, argumenta.“Lo que estamos haciendo este año (en referencia a su programa Periodismo para Todos) es fuerte y no sé cuándo termina. Para hacer periodismo hay que ser creativo, opositor y creíble. Hoy me puedo disfrazar en televisión y la gente me sigue creyendo porque no es tonta. Yo hago lo que quiero porque hago veintidós puntos de rating, si haría cuatro me darían una patada en el culo”, espeta.
“Tranquilamente me podría mantener escribiendo libros, porque vendo cien mil (refiriéndose a Argentinos I y Argentinos II, convertidos en best sellers; la mayor cantidad de libros vendidos en el país durante los últimos 40 años y declarados textos de lectura obligatoria en la escuela), si estoy en radio y televisión es porque tengo algo para decir”, dice para añadir el por qué de la elección de dichos medios: “Yo quería salir al aire simplemente, no querer salir al aire en determinado lugar; y el primero que me dio esa opción fue El Trece. El título de la revista Rolling Stone de este mes fue mala leche, dijeron que yo le gané a Clarín y no fue así, yo afirmé que hago lo que quiero y eso al canal le sirve. Lo que hago hoy es lo que hice siempre en cualquier medio”, asegura.
A cerca de los altos niveles de rating que otrora posicionaron en la cumbre de la televisión a Marcelo Tinelli haciendo Showmatch, Lanata reconoce: “Nadie está donde está por casualidad. Yo no haría Showmatch, pero si Tinelli hizo 20 puntos durante 20 años, es por algo”, subraya.
PODER Y DEMOCRACIA
Jorge Lanata augura que Cristina Kirchner no va a terminar este mandato y que en una posible reelección perdería.“El peronismo de derecha le va a ganar al oficialismo, pienso que Daniel Scioli o Sergio Massa pueden vencer. Mauricio Macri podría ganar desde adentro del peronismo, si se da cuenta”, vaticina y agrega: “Cristina va a reformar la Constitución y va a ir por la reelección, pero no creo que saque más del 35%, van a perder y por eso se van a volver más ultras, porque mientras peor les va, se enojan más”, interpreta, de cara a las elecciones presidenciales de 2015.
“Esta es una democracia autoritaria, así como la venezolana es una democracia militar. Lo que se discute ahora no sólo es la libertad de prensa, sino la República. El gobierno no respeta los tres poderes. Nosotros con Periodismo para Todos encontramos 25 delitos y sobreseyeron 24. Ya no se va a llamar República Argentina, solo Argentina”, aduce el escritor.
“Yo tengo mucho que ver con esta presidencia, porque se formó leyendo Página 12. Hoy ellos no tienen tipos con talento, está claro que me necesitan”, afirma Lanata, especificando que él sería un buen negocio para el gobierno.
PERIODISMO 2.0
Jorge Lanata aprovecha el espacio para dejar varias frases sobre la forma de mejorar el periodismo y la comunicación en las futuras generaciones: “Después de la imprenta, internet es el elemento más democratizador de la historia y todavía está en su infancia, es un buen momento para aprovecharlo. Lo ideal es crear tu propio medio para decir lo que quieras, sólo que es difícil. No hay malas historias, hay malos periodistas, sino mirá a Truman Capote y su historia de la mucama ¡Es una nota del carajo!, se emociona.Finalmente, Lanata se despide aconsejando a los que ejercen la profesión: “No sean boludos, laburen donde les den la oportunidad, no se hagan problema si es un medio de izquierda o de derecha, si tienen una oportunidad, demuestren que pueden. Una buena entrevista no es una pregunta tipo CQC, es sacar algo que el tipo no contaría normalmente. Si no pueden, dedíquense a otra cosa, pero por favor no hagan mierda la literatura y el periodismo“, concluye.
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Jorge Lanata en Clase Ejecutiva: "El Gobierno cree que está haciendo la revolución"
Maximiliano Poter@maxipoter
Cuando ataca o se defiende; cuando en su verborragia quiere dejar en claro sus argumentos, destacar ideas y remarcar opiniones; o cuando revela sus pensamientos íntimos, Jorge Lanata remata con una muletilla que puede pasar desapercibida, pero es uno de los elementos que más lo definen: “¿Me entendés?”. Más que su enorme figura. Incluso más que su tradicional pose, frente a cámara, de periodista severo / galán conflictuado, cual Humphrey Bogart del cuarto poder. Y aun más que los lentes y sacos estridentes que usa para su actual rol de showman político o periodista opositor –según de qué lado se mire la tevé en la Argentina de hoy–. Su tag line revela un temor, un deseo y una duda existencial.
“Me preocupa que lo que haga no se entienda. Siempre pregunto después de escribir algo si se entiende. Hay periodistas que hacen de lo críptico un valor y, para mí, eso es un fracaso. Yo creo que tenemos la obligación de ser populares. Ojalá yo llegara a más gente. Ojalá hiciese 60 puntos de rating y no 30”, ambiciona, mientras enciende su ¿cuarto?, ¿quinto? cigarrillo en 50 minutos, en el estudio de su casa donde tiene las paredes forradas de diplomas, premios, distinciones y cuadros con las tapas de las revistas que lo pusieron en su portada.
Muchos interpretan su preocupación por el rating desde su supuesta egomanía, pero él responde: “No, no tiene que ver con eso. ¿Cómo no voy a querer llegar a más gente si creo en lo que hago? Y que se entienda lo que digo es importante, porque tengo que hacer que gente muy distinta me lea. En la televisión más, porque es muy popular: necesito que me vea la señora de 80 años y el chico de 14. Ese es mi desafío profesional”.
En su cruzada hacia la comprensión masiva, está en su mejor momento. Todos los domingos a la noche, por Canal Trece, es capaz de reunir a 5 millones de argentinos desde Periodismo para todos, el show de periodismo y entretenimiento político que mezcla stand up, imitaciones y sketches donde se disfraza, juega al capocómico y, al mismo tiempo, realiza investigaciones y denuncias que dan que hablar durante toda la semana. Es el programa más visto de la televisión vernácula.
Con Lanata, el Grupo Clarín logró reinstalar un debate, que parecía olvidado, sobre la corrupción en la Argentina. A tal punto se ha transformado en una molestia para el Gobierno, que desde la Casa Rosada ordenaron atrasar el horario del último encuentro de fútbol para que su televisación intente (en vano) restarle espectadores.
Con Clarín, Lanata está atravesado su mayor éxito, aunque desde el oficialismo lo acusen de traicionarse por trabajar en el multimedio que alguna vez él mismo definió como monopólico. “Yo era yo antes y lo seré después de Clarín, que es sólo un trabajo. Clarín fue kirchnerista durante toda la primera etapa del gobierno de Néstor. En realidad, Clarín fue siempre clarinista, tampoco se puede decir que fue kirchnerista, porque Clarín es poder en sí mismo. Si mañana el Gobierno cambia y Clarín se hace del partido, qué se yo, verde, y yo por algún motivo estoy en contra, me iré. Yo trabajo donde sea mientras pueda hacer lo que tenga ganas. Hoy, el Gobierno nos terminó uniendo”, se defiende.
¿Está en el mejor momento de su vida?
En términos de popularidad, sí. Es increíble la repercusión. Llegamos a hacer 34 puntos de rating, un delirio. Físicamente, estuve mal hasta hace un tiempo. Ahora bajé como 30 kilos, lo cual me mejoró los parámetros químicos, y salí de diálisis. Y con la gente estoy bien. Que la calle sea amable y exprese estar con uno es, para mí, súper importante.
¿Qué le dicen?
De 100 tipos, 98 me gritan ‘genio’ y dos me putean. Y, en general, el que putea después dice ‘aguante Cristina’. Así que es un insulto político, no es contra mí. Que digan lo que quieran.
Teniendo en cuenta esa popularidad, ¿se presentaría como candidato político?
No, no. Ni en pedo. Es algo que le encantaría al Gobierno, pero no le voy a dar el gusto. Hoy hay dos encuestadoras que me miden arriba de Cristina. Pero no quiero hacer política, no es mi rol. Yo no sirvo para eso. No me interesa.
¿Ni siquiera si el escenario indica un nuevo triunfo del kirchnerismo?
Bueno, la gente votará al kirchnerismo, ganarán y yo me quedaré acá haciendo periodismo. No me importa nada.
¿Cómo ve el escenario para las elecciones de 2015?
Hoy el Gobierno está muy preocupado con saber si alcanza, o no, el 35 por ciento. Creo que se les va a complicar porque, en 2009, estábamos mejor que ahora y con Néstor Kirchner como candidato llegaron al 31%. No sería raro que ahora bajen de eso y no creo que sigan teniendo el control de las Cámaras.
¿Cree que la intención de reflotar la posibilidad de una re-reelección está en la agenda del Gobierno?
Sí, a pesar de que Cristina lo niegue, porque ellos creen que están haciendo la revolución. Este es un gobierno que habla para la izquierda y ejerce para la derecha. De hecho, la plata en la Argentina sigue estando en las manos de los mismos de la época de Carlos Menem, más dos millonarios del Sur. No hubo un cambio en la estructura económica. Sí hubo paliativos, como la Asignación Universal por Hijo, pero no más que eso. Y una revolución tiene que seguir, no van a rifarla en una elección. Ellos tienen que generar las garantías para que Cristina siga en el poder porque no tiene relevo. Si se va, el kirchnerismo desaparece. Lo lógico sería que intente modificar la Constitución. Si los votos no le dan, puede hacer una Constitución por encima de la actual, como en Venezuela. Decir que la presente es neoliberal, que no expresa los nuevos procesos de América latina y bla, bla, bla, y hacer otra arriba que le garantice la re-reelección. Perdería si hace esto, pero no le queda otra porque es el camino en el que está.
¿Y si eso no sucede?
Creo que ganaría el peronismo de derecha. El monopolio del discurso electoral pseudoprogre lo tiene el kirchnerismo. Entonces va a ser difícil ganarle por ese lado. Lo lógico sería que pegara el discurso más conciliador y moderado; que trate de mantener las supuestas conquistas del peronismo. Sería bastante probable que ganara (Daniel) Scioli o (Sergio) Massa o algo así.
¿Y cómo analiza a la oposición?
Me parece que la oposición no entiende que la discusión hoy no tiene que ver con la política; tiene que ver con la República. Creo que hay democracias de distinto tipo. Guillermo O’Donnell hablaba de ‘democracias de baja intensidad’ para referirse a democracias no tan democráticas. Yo hablaría de democracias militares, como la de Venezuela, con una gran impronta y poder del Ejército; y de democracias autoritarias, modelos que no respetan a las minorías ni a la división de poderes. Me parece que ese es el esquema hacia el que este gobierno va.
Profesión, dinero y obsesión
El primer hecho que construye el mito de Lanata como ese ‘animal periodístico’ con el que muchos lo identifican, es una ya famosa anécdota infantil. Cuando tenía 11 años, su maestra de primaria encargó al curso una biografía del escritor Conrado Nalé Roxlo y él no tuvo mejor idea que llamarlo por teléfono y hacerle una entrevista. El gordito tímido y aplicado, usual víctima de bromas pesadas, se ganó así el respeto de sus compañeros.
Desde los 14 años, cuando consiguió su primer trabajo en los medios, construyó una inigualable carrera en gráfica, radio y televisión que también se extendió, con mayor o menor éxito, a la literatura, el cine, el videoclip y hasta el teatro. Pero su mayor mérito será haber fundado y dirigido dos diarios de alcance nacional: Página/12, en 1987, con sólo 26 años, y Crítica de la Argentina, en 2008.
“Página/12 demostró que la renovación de la forma en la comunicación era infinita y no afectaba al contenido. O sea, que podías hacerle un chiste al lector, reírte con él, hacer que completara un sobreentendido, titular con una película y, en el medio de eso, voltear ministros”, recuerda.
Desde sus hojas, una nueva generación vio en él un ícono que inspiraba que ese oficio podía ser inclemente, divertido y, también, épico. Que un nerd víctima del bullying, de infancia triste, con una madre enferma y un padre casi ausentes, podía ser un tipo cool y sex symbol que amenazara a los poderosos detrás de una Olivetti Lexicon 80.
La historia de Crítica de la Argentina es más trágica. Lanata lo presentó como “el último diario de papel”, en una era en que los medios digitales ya se fagocitaban a los impresos, y reclutó bajo el branding de su apellido (que aparecía junto al logo del diario, como un aval de marca) a muchas de las mejores plumas locales. La aventura duró dos años y desapareció entre deudas, desilusiones y traiciones que lo enemistaron con gran parte del gremio.
Este año Crítica cumpliría su quinto aniversario. ¿Lo pensó?
No, no me quedo nunca colgado con el pasado.
En acción. Todos los domingos, Lanata hace PPT. En los últimos tiempos, tuvo que competir con los partidos de Fútbol para Todos.
¿Qué fue lo que pasó?
En la primera semana, Artemio López me dijo: ‘Acabo de estar con Néstor (Kirchner) en Puerto Madero y me dijo que te va a fundir’. Después, (Julio) De Vido llamó a los anunciantes para que nos levantaran la publicidad. (Alfredo) Coto tenía una campaña anual firmada y me llamó para darme la plata, aunque no publicáramos los avisos. Le dije: “No, esto no es una extorsión. Métase la plata en el orto”. No era sólo un problema de recaudar, sino de mostrar que el diario tenía avisos y eso contagiara, ¿me entendés? Y, en efecto, Néstor nos fundió. El diario perdió u$s 6 millones. Yo u$s 600 mil, porque no tenía más. A medida que el diario iba perdiendo, Mata y Figueiras (N. de la R: Antonio y Marcelo, respectivamente, sus socios empresarios) hacían el aporte de capital y mi parte se fue reduciendo hasta que me quedé sólo con el 5 %. Y con eso se me cagaban de risa, no me traían ni café, ¿me entendés? Entonces, dije que no podía seguir y, un año antes del cierre del diario, me fui, puteándome con el administrador, un tipo puesto por Mata.
Tiene fama de no ser juicioso con el dinero...
Es verdad. Porque me dejé de preocupar por la plata cuando aprendí cómo ganarla.
¿Y cómo se gana?
Armando diarios, revistas, programas de radio y televisión. Tratando de que sean buenos y laburando mucho. Así.
Hay quienes han dicho que, en la administración de esos medios, por cada $ 100 que ingresaban, usted gastaba $ 200...
No, no, porque no hubieran sobrevivido. De hecho, hubo momentos en los que yo ganaba menos que la gente que tenía. Durante todo el primer año de Página/12, como Director gané menos que Verbitsky. Quien, en aquel momento, pidió cobrar u$s 1.000 y yo ganaba unos u$s 400 o u$s 500.
¿Ser más responsable con el dinero no le permitiría estar hoy en otra situación de poder, como tener su propio medio y no trabajar para un grupo empresario?
Pero yo no hago los medios para tener poder. Igual, nunca hubiese juntado tanto. Hoy, sólo tengo esta casa. He perdido varias con otros proyectos y comprobé que no te cambia la vida. A lo sumo, esperás unos años y te comprás otra. Te cambia la vida hacer un buen libro o un buen programa. Lo otro es plata, nada más. Digo esto desde la clase media y habiendo comido cuando era chico. Si hubiera tenido problemas económicos realmente graves, no podría decirlo. No vivo para la guita y la tengo para lo que es: para usarla. Viajo. A veces gasto en boludeces...
Fito Páez se compró un Rembrandt…
Sí, salió u$s 45 mil el Rembrandt de Fito. Yo no tengo u$s 45 mil para un cuadro.
No, pero quizás sí u$s 2 mil para otra cosa…
Sí, en relojes he gastado dos, tres, cinco lucas. ¿Querés saber lo más caro que tengo? Debe ser este departamento, que lo tengo porque vendí una casa que tenía en Punta del Este.
Y si tuviese mucha, pero mucha plata, ¿qué haría?
Estaría buenísimo tener un avión, porque te da mucha libertad. Podrías decir ‘vamos a Nueva Delhi’ e irte.
¿No compraría Página/12?
No, no (se ríe). Página cerró hace muchos años, cuando se transformó en un boletín oficial. Página nunca podría estar con el poder, porque su esencia es la de un diario libre. Lo que está ahora es una mueca de lo que fue. Es Pravda (N. de la R: así se llamaba un periódico de la antigua Unión Soviética, publicación oficial del Partido Comunista). Es ridículo, es demasiado kirchnerista.
¿Por qué colecciona relojes?
Tengo un quilombo con el tiempo. Es una interpretación de psicología de café, pero mi madre tuvo un tumor cerebral. Vivió 40 años con la mitad del cuerpo paralizado y una lesión en el centro del habla. No podía formar palabras. Podía decir sí o no, y te entendía cuando le hablabas, pero no podía hablar ella. Esto le pasó cuando tenía 40 y tantos años. Y yo, durante mucho tiempo, pensé que me iba a pasar lo mismo a la misma edad. Por eso creo que me apuré tanto en todo.
Si pudiese retroceder el tiempo, ¿cambiaría algo?
Nadie puede estar orgulloso de sus errores, pero son constitutivos, porque aun las cagadas me hicieron lo que soy. ¿Me hubiera gustado tener una mamá? Claro, pero hubiera sido otro. No, no cambiaría nada. Tampoco los malos momentos. Todo fue necesario para ser lo que soy. ¿Me entendés?
Íntimo
Jorge Lanata está casado con Sara Stewart Brown, a quien conoció como una fan que iba a presenciar sus programas de TV a fines de los ‘90 y que no sólo es su compañera desde hace 15 años, sino también la madre de su segunda hija, Lola, de 8. Su primogénita, Bárbara, de 23, es fruto de su primer matrimonio, con Andrea Rodríguez, quien trabaja como productora de Periodismo para todos. Además, estuvo fugazmente casado con la periodista Silvina Chediek. Quienes conocen a fondo su vida saben que tuvo tres matrimonios, pero muchas mujeres.
¿Por qué cree que tantas se enamoraron de usted?
Porque hablo. Si fuera mudo, sería virgen.
Pero tiene algunas armas más de seducción...
No sé. Habrá ayudado que trabajo en los medios.
¿Qué tuvo Sara que otras no tuvieron?
Me siento muy cerca de Sara desde que empezó nuestra relación. Y fue la primera vez que sentí ganas de llegar a casa. Antes tenía más ganas de perseguir y con Sara quise quedarme. Hay algunas relaciones que establecés en la vida que son más permanentes y Sara es eso.
La farándula no vende como antes; a Dios gracias
ENLACES/FUENTES:
http://www.lostiempos.com/oh/entrevista/entrevista/20130804/lanata-primero-tengo-que-aprender-las-reglas-sino-no-tengo-que-carajo_223149_481408.html
http://maximilianopoter.blogspot.com.ar/search/label/Lanata
http://salinasaguirre.blogspot.com.ar/2013/07/la-farandula-no-vende-como-antes-dios.html
http://todoshow.infonews.com/2013/07/29/todoshow-88835-lanata-esta-empecinado-con-el-gobierno-y-dice-incongruencias.php#
http://www.apertura.com/clase/Lanata-Hay-dos-encuestadoras-que-me-miden-arriba-de-Cristina-20130725-0003.html
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