Martes, 22 de julio, 2014
Corría el año 2009 y se venían las elecciones cuando Cris hizo un
acto para anunciar la construcción de un hospital de niños en Ciudad
Evita. Perdieron. En 2010 hizo otro acto para anunciar el emparejamiento
del terreno del hospital que había anunciado un año antes. Como los
cimientos son cosa seria que no puede realizarse en pocos días, para las
elecciones de 2011 hizo un nuevo acto en el que anunció que ahora sí,
que no era joda, que se venía el hospital de Ciudad Evita. Por el estado
de las obras, parecía que el hospital había pasado y se lo llevó de
putas un tornado. En 2012 llevó a cabo otro acto para inaugurar el
hospital fantasma. Los médicos llegaron con ella y se fueron con ella.
En 2013, en plena campaña electoral, hizo otro acto…para inaugurar el
hospital.
También anunció -siempre con actos grosos- dos represas en 2009. Hizo
un nuevo acto para avisar que llamarían a licitación en 2010. Y otro en
2011 para anunciar que las represas se llamarían “Jorge Cepernic” y
“Néstor Kirchner”. Se ve que con el cambio de nombre las licitaciones no
valían, por lo que hizo un acto en 2012 para anunciar que llamarían a
licitación por las represas Cepernic y Kirchner. Como parece que los
trámites son largos, en 2013 hizo otro para avisar que abrían la
licitación. En abril de 2014 metió otro, para no romper con la
cotidianeidad de uno por año, y dijo que las represas se venían con
todo. Tres meses después, otro acto para anunciar que, en una de esas,
los chinos pondrían plata para la construcción de una obra que anunció
hace casi seis años.
La
costumbre de meter actos por cualquier pajereada incumplible no es
Copyright de Cristina Elizabet. En octubre de 2003 Néstor Kirchner hizo
un acto para anunciar la reapertura de los talleres ferroviarios de Tafí
Viejo. En enero de 2004, Néstor dijo que tenía una buena y nueva idea:
reabrir los talleres ferroviarios de Tafí Viejo. Para junio de 2006, el
abuelo de Néstor Iván firmó un convenio con Industrias Metalúrgicas Di
Bacco… para reabrir los talleres de Tafí Viejo. Para 2008 Cristina tomó
la posta y se mandó un acto para inaugurar los talleres de Tafí Viejo.
Se ve que no le hicieron caso y en enero de 2013 tuvo que hacer un
quinto acto para prometer la puesta en funcionamiento de los talleres
tucumanos.
Como los actos son fáciles -y los pagamos nosotros- también hizo uno
para anunciar que renovarían las vías del ferrocarril, uno para anunciar
la reparación de vagones, uno para inaugurar la pintura de un puñado de
estaciones, uno para avisar que por ahí compraba trenes nuevos para el
Sarmiento, otro cuando llamó a licitación, otro cuando compró los
trenes, otro cuando llegaron los trenes y uno más, ayer, con los trenes
en funcionamiento.
La diferencia de entre todos los actos es que la Presi ahora está
jocosa, jodona como tío mamado en fiesta de quince ajena y se manda
chistes buenísimos. Reconozco que ni bien la escuché pedir celeridad en
la inauguración para que no se la lleve puesta otra formación, no supe
si el chistecito lo tiró a propósito para descomprimir, o si lo
mandó sin medir las consecuencias. Algo así como cuando pregunté “¿Cuál
es la fiambrería?” para saber la dirección de un velorio. Y no, no cayó
bien.
En el caso de la Presi no tengo forma de justificarlo. Soy defensor
del humor negro, dado que sirve para descomprimir el temor a la muerte.
Sin embargo, habría que tener la precaución de no ser el causante o
partícipe y/o cómplice del hecho sobre el que se hará la joda, salvo que
se sea la única víctima. Del mismo modo, habría que tener cuidado de no
ser tan, pero tan turro de decírselo a las víctimas, que en este caso
son todos los que viajan en el Sarmiento a diario. Ver a la cabeza de un
Gobierno que disfrutó de la fiesta de los subsidios al transporte joder
en la cara de las víctimas, es un poquito fuerte.
No se puede salvar ni desde la incorrección política. Para los que
tienen la memoria somnolienta, cabe recordar que durante años nos
tiraron por la cabeza con amenazas y nos persiguieron con denuncias en
cuanta red social existiera. En mi caso, aprendí a retocar el html de
Blogger sólo para borrar la barra de denuncias, harto de los mails de
quejas. Hace un lustro, Mr. Groncho se
comió una causa en el Inadi por reírse del supuesto exitazo desde la
ironía del crisol de grasas y hasta le cerraron el perfil de Facebook.
Como se ve que en el Inadi están más al pedo que Lubertino, este año
pasó lo mismo con la Dra. Pignata.
Nos putearon, nos basurearon y nos escracharon sólo por joder con lo
que -sólo según ellos- no se podía joder. Cuando se detuvieron a pensar
en que la joda no era la ironía a la pobreza y la inseguridad en todos
sus aspectos, sino el Gobierno que decía que no existían mientras
esquivaban pobres y chorros, se sacaron de quicio ante la verdad y nos
putearon el doble.
Pero
para que vean que no hay rencores, apoyaré la nueva veta de la Presi.
Si tiene ganas de anunciar un baño químico en Villa Sapito de Avellaneda
y pedir “rápido que esto parece The Walking Dead y nos comen los
zombies”, mientras se caga de risa, avanti. Si le pinta presentar
bastones nuevos “para que Gendarmería los estrene en la cabeza de algún
laburante despedido”, que le meta nomás. Si se le antoja mostrar una
vaca clonada por teleconferencia a Chaco y justificar la distancia para
que no la coman los piojos mientras sopla una corneta, está todo bien,
después de todo es como el paseo en subte que le prometió a Salustriana
desde la Rosada a la Quiaca. Si le parece divertido anunciar viviendas
“de verdad y no como las que les prometí a los de Tartagal” para luego
tirar papel picado y gritar “iupiii”, tiene que hacerlo. Y si quiere ir a
La Plata vestida como Segio Lapegüe a inaugurar un puesto de panchos en
Plaza Moreno y apurar el acto “antes que nos tape el agua”, para luego
gritar “¡aplaudan, conchudas!”, mientras se acomoda el sombrero napoléon
y se acaricia la chiva, que le dé para adelante.
Después de todo, cagarse de risa de todos nosotros no es nada
novedoso. Como cuando prometió un tren bala a Rosario con una maqueta
que Jaime se kirchnereó de alguna feria escolar. O cuando mostró,
indignada, el recibo de sueldo de un Gendarme, como si el sueldo no se
lo pagara ella. También podemos recordar la joda hermosa de anunciar el
crecimiento exponencial de la riqueza del país desde una Casa Rosada
rodeada de familias que duermen en las calles. O cuando puteó a los que
reclamaban por Ganancias al asegurar que el 81% de los asalariados no
llegan a cobrar la miseria del piso imponible.
Cómo
olvidar todas y cada una de las veces en las que celebró la bonanza de
poder otorgar limosnas a los pobres que no se enteraron de la década
ganada. Ni qué hablar del programa Carne para Todos que llegó al 0,2% de
la población. Y si tenemos ganas, podemos hablar de esos chistes
siempre presentes, como pedir justicia por la AMIA mientras se banca a
todos los aliados pro Irán y mostrar el matrimonio igualitario como
logro mientras se le afloja el elástico al lado del mataputos de Putin.
Putear a los que se beneficiaron con la dictadura y ostentar 28
propiedades ejecutadas, llorar por el menemismo cuando fue de la bancada
oficialista, criticar a la Alianza cuando el 50% de los funcionarios
volvieron al ruedo durante su mandato, putear a Duhalde para luego
llorar a Néstor al lado de Aníbal Fernández.
Rutas que no van a ningún lado, jubilados indigentes, tipos que son
pobres a pesar de tener laburo, tipos que perdieron sus laburos, un
jardinero millonario, un chofer empresario, una nuera funcionaria,
organismos antidrogas investigados por narcotráfico, un vicepresidente
dueño de la fábrica de papel moneda, un médico a cargo de las fuerzas de
seguridad, la industria nacional de pegar stickers a productos
importados, fiscalías que toman empleados con antecedentes penales, una
red energética que pasó del autoabastecimiento exportador a la
dependencia de la importación, un presupuesto escolar gigante que sólo
logró bajar la calidad educativa, un ejército que, si fuera a la guerra,
la ganaría a fuerza de carpetazos de inteligencia y no de balas, una
devaluación acumulada del 300% de parte del Gobierno que prometió no
devaluar, una deuda pública que creció durante el mandato de quienes
aseguraron desendeudar.
La lista de joditas no tiene fin, no nos vamos a calentar porque la
Presi celebre que ahora el Sarmiento es el único tren que no se cae a
pedazos sólo porque mató a medio centenar de personas en un choque.
Mucho menos vamos a chivarnos porque ponga siempre como ejemplo de un
tren de mierda al Roca, que también se encuentra en la Argentina que
gobierna. Tampoco amerita enojarnos por las calificaciones sobre los
pasajeros que se hacen los valientes viajando en el estribo de un tren
que no tiene estribos porque es eléctrico, porque eso sería afirmar que
no se da cuenta de que si los trenes revientan de pasajeros, se debe a
que los polos industriales del conurbano son más falsos que las
cualidades políticas del inútil todo servicio de su hijo, cuando en
realidad deberíamos reírnos ante la nueva broma de la Presi.
Quizás el mayor problema que tuvimos fue la falta de sincronización
con la Presi. Muchos la tomaron en serio cuando deberían haberla tomado
para la joda. Ella nos tomó para la joda cuando debería habernos tomado
en serio.
Martes…Y entonces Cris mira los cuerpos en piel y hueso de los wichís
famélicos y les dice “si no comen, no hay regalos”… Tranqui, Cris, que
no nos reímos de vos, nos reímos con vos. Era una jodita, no te chivé,
mamu.
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relatodelpresente
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