Por Jorge Lanata
26/07/14
El auditor.info , un sitio de noticias
del gremio APOC (que nuclea a todos los auditores de organismos del
Estado) publicó que “en los últimos cuatro años los gastos en personal
del Gobierno Nacional aumentaron 36.339 millones”. “Las partidas para
los sueldos de planta permanente, temporaria y contratados –agregan– se
incrementaron en 134% entre 2009 y 2013. Durante ese período, los
ministerios pasaron de 13 a 16. Entre los entes que más crecieron en el
rubro están: el Registro de las Personas 218%, el Congreso 195% y la
ANSeS 165%”.
El pasado 6 de mayo, el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, anunció que la administración pública nacional incorporará antes del 31 de diciembre 7.500 nuevos empleados públicos
a la planta transitoria y de contratos temporarios, muchos de los
cuales pertenecen ahora a jóvenes de La Cámpora. Los nuevos empleados se suman a los 376.145 de planta permanente que acumuló el gobierno kirchnerista en once años,
cuya masa salarial prevista para 2014 es de 85.000 millones de pesos.
En un Estado que no atiende los concursos para los cargos ni toma en
cuenta los antecedentes profesionales para ocuparlos, La Cámpora se ha
transformado en una agencia de colocaciones, la vía más rápida para formar parte de la burocracia con sueldos de importancia.
Algunas
empresas estatales se han transformado en el emblema de ese síntoma:
YPF y Aerolíneas, entre otras. En el caso de la petrolera, Axel Kiciloff
sigue siendo director de la empresa por parte del Estado, Nicolás Arceo
es su director de Finanzas y quien diseñó el acuerdo secreto con
Chevron. En el caso de Aerolíneas, la decisión de Mariano Recalde de
mantener divididas Aerolíneas y Austral le permitió duplicar gerencias de operaciones, puestos de mantenimiento, administración, maleteros y tripulaciones.
En
2008, el grupo Aerolíneas (que incluye a Austral, Aerohandling y Jet
Paq) tenía 9.173 empleados. En tres años jubilaron a más de mil personas
y aún así hoy hay más de 11.000 empleados, incluidos 17 gerentes, más
de 300 nuevos pilotos, más mecánicos y personal de tierra, la mayoría militantes camporistas:
Fabian Lombardo (Gerencia Area Comercial), Pablo Ceriani (Gerencia Area
Económico-Financiera), Juan Núñez Aguilar (Planificación Estratégica de
Operaciones), Hernán Jara (Recursos Humanos), Karina Lormant (RR.HH),
Elio Chaieb (Relaciones Laborales), Christian Landriscina (Planificación
Industrial Materiales y Operaciones), Verónica Muratore (Política Aérea
y Relaciones con Organismos Oficiales), Alvaro Francés (Operaciones de
Aeropuertos), Georgina Salvatierra(Compras), Cecilia Scordo (Jefe de
Relaciones Públicas y Prensa), Martin Balzamo (Sistemas), Andrés Masini
(Unidad Mejora Continua), Lucas Bergman (Gerencia Económica Financiera
OPTAR).
El ORSNA (Organo Regulador del Sistema de Aeropuertos)
está bajo el control de Gustavo Lipovich, un amigo personal de Axel (fue
quien intimó en 2013 a LAN a dejar su hangar en Aeroparque). La Cámpora
también pisa fuerte en el terreno de la seguridad en aeropuertos a
cargo de la firma High Assistance Services (HASS, perteneciente al Grupo
Securitas), un negocio que factura en terminales unos treinta millones
al mes. También maneja FADEA, la fábrica de aviones de Córdoba que, en
realidad, no fabrica nada. Allí ingresaron como mano de obra indirecta
unos 450 empleados no técnicos, según relata Ricardo Cirielli, titular
de APTA.
El Ministerio de Economía también está copado por gente
de La Cámpora afín a Kiciloff, como las secretarías de Comercio (Augusto
Costa), Legal y Tecnica (Federico Thea), Finanzas (Pablo López) y
Planificación (Emmanuel Agis). También es camporista el presidente del
Banco Nación, Juan Carlos Forlón, íntimo amigo de Máximo Kirchner, que maneja una caja de 108 mil millones.
En
el área de Energía, Juan Manuel Abud es el CEO de Cammesa y el
vicepresidente es Esteban Kiper. Cristian Girad y Patricia Charvay
completan el equipo. Juan José Carbajales es director de ENARSA y
Mariana Matranga reemplaza en la secretaría de Energía al histórico
Daniel Cameron.
Heredando las acciones de las AFJP, el grupo
accedió a participar en directorio de varias empresas: Telecom, Banco
Macro, Galicia, BBVA Francés, Molinos, Petrobras, Consultatio, Gas
Natural Ban, Transportadora Gas del Sur, Transener, Endesa Costanera,
Camuzzi Gas Pampeana, CRESUD, SIDERAR y Aeropuertos Argentina 2000.
En
el área del Ministerio de Justicia también se multiplicaron los panes y
los peces: con la llegada a la Procuración General de Alejandra Gils
Carbó, se incorporaron 273 contratados y la previsión presupuestaria para 2014 es de 400 nuevos cargos.
“Se supone que cuando te pasan a planta es a través de un concurso en que pueden participar todos los trabajadores, le dice a Clarí n una delegada del ministerio. Bueno, no lo hacen.
Les mandan un mail por izquierda a la gente de ellos y te dan una letra (se refiere a la categoría del empleo) y te ponen en planta transitoria que es como si estuvieras fijo pero sin concurso. De esas, en el último año y medio, hubo unas 500 y fueron todas para ellos”.
Hace
dos semanas, Mariana Aballay pasó a ser asesora de Julián Alvarez y en
su lugar al frente del Registro de la Propiedad Automotor pusieron a
otro camporista que hasta ahora era asesor, Gustavo Schargorodsky, que
aún no tiene firma pero ya informó al personal que ocupará el cargo.
También la IGJ está manejada por un militante, Rodolfo Tahilade, quien
escrachó a supermercadistas en Facebook por la campaña de “Precios
Cuidados” y la Secretaría de Comunicaciones quedó cargo de otro
camporista, Norberto Berner.
En 2006, el Ministerio de Justicia tenía menos de 3.500 trabajadores; hoy tiene alrededor de 10.000.
La
reciente designación de Teresa Parodi como ministra de Cultura tuvo
también el correspondiente premio de la Secretaría de Coordinación del
Pensamiento para el Carta Abierta Ricardo Forster y el nombramiento del
secretario de Políticas Socioculturales para Franco Vitali, de la mesa
chica de La Cámpora. Emiliano Gareca, de La Cámpora del Bajo Flores, fue
nombrado subsecretario de Promoción de Derechos Culturales y
Participación Popular, y Sebastián Schonfeld, secretario de Gestión
Cultural.
En el Ministerio de Desarrollo Social, claro, destacan
la extensión de los cargos y los militantes de Kolina. Mariano Visconti
fue designado como director del Registro Nacional de Efectores de
Desarrollo Local y Economía Social, de la Dirección de Fomento del
Monotributo Social de la subsecretaria de Comercializacion de la
Economía Social, de la secretaria de Coordinación y Monitoreo
Institucional del ministerio de Desarrollo Social, nivel B. Valeria
Nigolian, militante de Kolina, fue nombrada Directora Nacional de
Promoción de la Responsabilidad Social, de etc, etc, etc, nivel A. María
Eugenia Cora, otra chica kolina, fue nombrada Coordinadora de
Asistencia Directa a Instituciones, de la Dirección Nacional de
Asistencia Crítica, de la subsecretaría de Abordaje Territorial de la
Secretaría de Gestión y Articulación Institucional del Ministerio de
Desarrollo Social, nivel C. El violinista santiagueño Facundo Nolasco,
protagonista de “Néstor Kirchner, la película”, fue nombrado director de
Organización del Voluntariado Juvenil de la Dirección Nacional de
Coordinación Territorial de la Juventud, de la subsecretaría de
Juventud, de la secretaría de Organización y Comunicación Comunitaria
del ministerio de Desarrollo Social, nivel B.
¿Se convertirán en
una nueva capa geológica o se transformarán en militantes de quien
venga? Son militantes rentados, un concepto del siglo XXI que contrasta
bastante con la idea del militante que se sacrifica por la idea. Armaron
su organización al revés: de arriba para abajo. ¿Cómo podrá sobrevivir
cuando ya no estén arriba?
Investigacion: JL/ María Eugenia Duffard/ Marcela Pagano
@
http://www.clarin.com/opinion/Agencia-colocaciones-Campora_0_1181881887.html.
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