Por Jorge Lanata
23/11/13
Cuánto tiempo tardará la realidad en imponerse sobre el discurso? Cada vez están más separados: el diálogo con los funcionarios se ha vuelto imposible.
Y, como el marido sorprendido en pleno engaño, niegan hasta lo
evidente. Los recambios del Gabinete son una muestra de que la realidad
horada el Relato, pero los anuncios posteriores muestran otra vez la
alienación de quienes cambian para que nada cambie.
Capitanich es un “político profesional”: dice sólo lo que quiere
decir y generalmente no dice nada, pero lo hace con convicción. Kicillof
es un chico malhumorado de Las Heras y Uriburu. No se anima a hacerlo,
pero con gusto le pegaría un microfonazo a cualquiera de los
cronistas que lo rodean haciéndole preguntas. No puede disimular su
desprecio por ellos. Uno y otro evitaron, siquiera, pronunciar la
palabra “inflación”. “Variación de precios”, dijo Kicillof.
“Expectativa alcista”, deletreó Capitanich.
Los
diccionarios de sinónimos están a pleno. Inflación: maremágnum,
multitud, opulencia, prodigalidad, suba, alza, vanidad, desvalorización,
encarecimiento, especulación, infatuación, aumento, exceso. “Elevación
notable del nivel de precios con efectos desfavorables para la economía
de un país”, dice la RAE. En cualquier caso, se trata de negarla.
La
oposición no existe y, convencida de que no se puede atacar a un igual
apenas asume, cantan loas a Capitanich y mastican elogios moderados para
Kicillof. Nadie recuerda quiénes son, de dónde vienen y qué lograron.
Jorge
“Coqui” Capitanich sólo pidió licencia en su cargo como gobernador del
Chaco. Lo aprobó la Legislatura local en un trámite exprés por 26 votos
contra uno. Para decirlo de otro modo: yo no le saldría de garante como
jefe de Gabinete porque es obvio que piensa volver. Coqui no
fue, durante estos años, gerente de Disneylandia, sino gobernador del
Chaco, provincia en la que el sesenta por ciento de la población no
tiene agua potable y sólo el 24% tiene una vivienda digna. La
solución que Coqui encontró para este último problema fue al menos
polémica: Chaco fue el mayor banco de pruebas para el plan de viviendas
de las Madres y Schoklender y recibió 232 millones de pesos del Gobierno
nacional. Algunas obras se realizaron, otras quedaron pendientes.
La de gobernador no es su única licencia.
Capitanich es, a la vez, presidente del Club Atlético Sarmiento, el más
antiguo de la provincia y también el más subsidiado por el gobierno
local. Las torres de iluminación del estadio, por ejemplo, se
construyeron con fondos del Instituto Provincial de la Vivienda.
“La cuestión de Aerochaco fue una de las peores inversiones de Capitanich”, le dice a Clarín
el diputado provincial Livio Gutiérrez. “Contrató dos aviones que
decían que eran para fortalecer el turismo desde Buenos Aires. Lo que
sucedió fue que en cuatro años Aerochaco perdió 70 millones de pesos.
No quedó nada, salvo algunos escritorios y una computadora. Hoy por hoy
lo único que hace el gobierno es vender los pasajes. En 2011 perdió más
de 9 millones de pesos y en 2010 más de 21 millones. Cada siete pesos
que vende invierte cien”.
“La provincia del Chaco es el summun
del Relato”, asegura otro diputado, Carlos Martínez, de Libres del Sur.
“Hay 100 mil personas que dependen del Estado y otras 400 mil que
dependen de los planes sociales; esa es la realidad cruda de nuestra
provincia”.
Axel Kicillof es también un caso de pluriempleo:
además de ministro de Economía es presidente de la Comisión de
Planificación y Coordinación Estratégica del Plan Nacional de
Inversiones Hidrocarburíferas, miembro del directorio en Siderar e YPF y
coordinador del Plan Procrear. Hoy, a la vez, maneja todas las “cajas
internacionales” y puso a gente de su confianza en 15 de las 30 empresas en las que el Estado tiene representantes.
Su única experiencia empresaria de vida real fue pasar por Aerolíneas
Argentinas (con un déficit de 1.452 millones de pesos en el primer
trimestre del año y sin balances presentados) e YPF (el déficit
energético superó los 6.000 millones de dólares en el primer semestre de
este año).
La alienación realidad-discurso se completó esta semana con la salida de Moreno, despedido como un héroe por 6 7 8 ( “¿Recuerdan otro caso de tanta gente triste por la renuncia de un funcionario?” , se preguntaron) y comparado con Malcom X por una carta abierta de La Cámpora.
El inventor de la barrera –y del consiguiente peaje– pasará sus
próximos años en Italia. Sus acólitos consiguieron juntar buenos ahorros
durante la gestión: María Lucía Pimpi Colombo reconoce en su
declaración jurada haber aumentado un 45% su patrimonio de un año a
otro; Ana María Edwin, directora del INDEC hizo lo propio en un 42% y
Norberto Itzcovich, director técnico del organismo, multiplicó sus bienes por cinco entre 2011 y 2012.
Sin decir una sola palabra sobre la derrota electoral, Cristina, rodeada de peluches y perritos, anunció su decisión de profundizar el modelo. Si seguimos los mismos pasos, ¿por qué el resultado sería distinto?
–¿En qué momento se corta la soga?
–En el primer semestre del 2014, me dijo el viernes, en la radio, el ex presidente del Banco Central, Aldo Pignanelli.
Hagan juego.
Investigación: JL / María Eugenia Duffard / Amelia Cole
@
http://www.clarin.com/opinion/Cambiar-cambie_0_1034896681.html
http://blogimberbe.blogspot.com.ar/2013/07/kicillof-los-pitufos-y-el-marxismo.html
http://elperiodistadigital.blogspot.com.ar/2013/11/asumieron-los-nuevos-funcionarios.html
http://indiepolitik.blogspot.com.ar/2013/11/los-lastres-que-solto-cristina.html
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