29/03/14
Teniendo en cuenta que a esta altura del año las pantallas de los canales todavía están un poco frías, yo diría Compañera Jefa que, para su tranquilidad, el “Gobernando por un Sueño 2014” arrancó bastante bien, Si sumamos a los cinco canales de aire, el capítulo del jueves hizo 23 puntos de rating. Ya sabemos que la Cadena Nacional no compite contra nadie porque en todos los canales dan lo mismo, pero 23 puntitos son 23 puntitos.
En ese horario, el encendido (o sea la cantidad de hogares que tenían la tele prendida) era del 50%. Dentro de ese 50%, la mitad miraba su programa y la otra mitad andaba gorileando por los canales de cable, tipo FOX o ESPN. O sea que usted juntó el 25% de los votos del padrón. Políticamente flojito si pensamos que hace unos meses Insaurralde con Jesica Cirio sacaron el 30%. Pero para los valores de la tele de hoy en día, es un buen número.
Artísticamente, me gustó. Más corto, un formato de 30 minutos es más efectivo que esos plomazos de una o dos horas que hacía antes (ni hablar de los especiales de cuatro horas que se mandó en las aperturas legislativas de 2012 y 2013, y que fueron para pegarse un tiro en los fueros parlamentarios).
A esta versión 2014 la veo más luminosa. El estudio de Olivos da más canchero que el de la Rosada. Que el ámbito sea más chico, ayuda. Compensa el hecho de que hay muchos hinchas del kirchnerismo que están dejando de ir a la cancha. Una buena escenografía, ventanales altos, el jardín de fondo, una fuente por detrás suyo, por momentos daba living de Mirtha, pero no estaba mal.
Y el elenco, correcto. A mí nunca me gustó ver en el escenario a todo el Gabinete junto, mezclado con todos los gobernadores, con todos los legisladores, con todos los dirigentes. No daba. Insfrán con Kunkel, D’Elía con Filmus, Alperovich con Hebe, Othacehé con Sabatella. Era la Biblia y el Calefón. De hecho lo sigue siendo, pero está bueno disimularlo un poco.
En cambio ahora es más simple: una mesa, una conductora, cinco o seis panelistas y nada más. Esta vez estaban Kicillof, Parrilli, Scoccimarro, Alicia, y un tipo que no sé quién era. Mire Jefa, si yo que leo todos los diarios no sé quién era, quiere decir, con todo respeto, que a ese muchacho no lo juna nadie. Tal vez era un señor que pasaba por ahí y lo sentaron por error, vaya uno a saber.
Pero lo más importante fue que sentado al lado suyo estaba el Compañero Lancha mirándolos fijos a todos que ponían cara de “yo no soy el que te está tratando de serruchar la quilla”.
Yo sé que están desesperados tratando de encontrar un delfín más del riñón, pero van a tener que avisarle a los pibes que, por ahora, lo único que tenemos para la liberación es Scioli-Rabolini. El resto de los candidatos kirchneristas no pasan de la primera ronda. Tendrían que armar uno con todos los que se postulan, que se llame RandaUrribaKiciAnibaDominCapiUrtuBoudó y aún así la veo difícil porque entre todos no hacen uno. Reconozco que suena muy Mary Poppins, pero me gusta. Tal vez sería un poco complicado para la locutora oficial: “Habla al país el presidente de los 40 millones de argentinos, el doctor RandaUrribaKiciAnibaDominCa… y andá a la puta que te parió!!” El intento de testear a Zannini, mandándolo a hablar en el acto del 24 de marzo, no estuvo mal. Le falta algo, no? Habría que ver si se le puede conseguir un poquito de carisma.
Fíjese en Mercado Libre.
Por otra parte, comercialmente hablando salió muy pelado. Un solo chivo en media hora es poco. Con el del alfajor solo no vamos a ningún lado. Es una pena porque con 23 puntos se puede vender muy bien. Entre 100 y 120 lucas cada chivo, mínimo. Mucho más si encima usted les dice, como les dijo el jueves, que los van a estar “vigilando”. Sólo por el cagazo que se pegaron, les puede romper la cabeza y sacarle dos gambas. Pero para eso hace falta un gerente comercial más vivo.
Yo creo que Lázaro no va más. Habría que buscar otro un poco más prolijo.
Hablando de Lázaro, le aviso que en un par de semanas vuelve Lanata. Quiero creer que ya borraron todas las huellas, verdad? Tuvieron todo el verano, no habrán sido tan chambones, no? Revisen bien las cosas, sobre todo las de Amado que es el típico pirata que siempre se olvida un calzón en algún lado.
Más allá de esto, lo más significativo del show fue el guión. En principio me pareció bien. Se esperaba que hable del ajuste, la devaluación, la huelga docente, el nuevo índice de inflación, los bonos atados al PBI. Pero nada. El alfajor Fantoche, el aire acondicionado de su madre, el hospital de Roma, un móvil en Ramallo para darle actualidad, alguna que otra pavada más y listo, “muchas gracias a todos y todas”. Perfecto. Uno de los secretos en el negocio del espectáculo es que el público se quede con ganas de más. De todos modos, yo creo que en el próximo capítulo habría que ir tirándoles un hueso. Por ahí un “estamos peleando duramente contra el narcotráfico” o un “vamos a transparentar los datos de la economía” no estaría mal. Total, después no se acuerda nadie.
El asunto de que su madre se pudo comprar los aire acondicionados gracias al aumento jubilatorio, sonó raro. Con todo respeto Compañera Jefa, con la guita que usted tiene se los podría haber regalado antes.
Si es así de dura con su mamá, no quiero ni pensar lo que será con los ministros. Debe ser por eso que le aplauden cualquier cosa.
Yo hubiera mencionado un caso menos familiar. Por ejemplo, sus dos empleados de Santa Cruz que arrancaron como jardinero y chofer de la familia y, gracias a la década ganada y al modelo superador, pudieron comprarse media Patagonia.
Y de última, ya que contaba lo del aire acondicionado, podría haber metido el chivo de la marca, o decir que lo compró en Garbarino, o que lo pagó en cuotas con el Banco Santander, o que juntó puntos con Quiero! No sé… algo!! Un billete hay que sacarle a todo esto porque créame que no va a durar para siempre.
Vamos Jefa, escapemos hacia adelante. Total, jugados por jugados, ya no vale la pena levantar la pata del acelerador. Con la apropiación de los medios públicos, con la extorsión a los medios privados, con la falange neofascista de propaganda, con la utilización discrecional de la pauta oficial y con el uso autoritario de todo este combo, ya estamos hasta el caracú.
Ya que vamos derechito a Tribunales, por lo menos llevemos alguna moneda más en el bolsillo.
El Personaje: Las cárceles argentinas también son un relato
Por Jorge Lanata
29/03/14
El martes pasado se fugó de la cárcel de La Plata uno de los condenados por el crimen del ingeniero Barrenechea, ocurrido en 2008 en San Isidro: Daniel Orlando Danese Benítez –según las autoridades– “dobló los barrotes de su celda” y colgó sábanas desde un extremo del muro perimetral para ganar la calle. Lo de doblar los barrotes de la celda, debe reconocerse, fue creativo. Unos días antes, el 16 de marzo, cinco presos se fugaron de la comisaría 2da de Santiago del Estero tras romper los techos de los calabozos. La semana anterior se habían fugado otros dos presos, pero de la comisaría 9a. El 8 de marzo cuatro presos se fugaron de la Unidad de Detención XI de Neuquén luego de realizar un boquete en el suelo de una celda desocupada. El 6 de marzo se fugaron dos presos en la Unidad 26 del Complejo Penitenciario Lisandro Olmos, luego de una pelea en la que unos veinte presos intentaron cortar los alambres; tres meses antes, en el mismo penal, se habían fugado otros dos presos a los que esperaba un remís.
El 26 de febrero seis presos se fugaron del pabellón 145 de la Unidad Penal XIII de Junín limando los barrotes de las ventanas para acceder a un patio interno y luego cortar el alambrado. El 19 de enero dos presos se fugaron del Penal III de Bariloche, sólo saltando el muro. El 16, diez presos se escaparon de una comisaría en La Tablada rompiendo una puerta.
El 10 de enero, un preso que trabajaba en la granja de la cárcel se escapó de la Unidad Penitenciaria de La Rioja.
El 4 de enero, cuatro presos alojados en la alcaidía de la ciudad de Vera se fugaron a través de la ventana del baño. Ya suman diez los reclusos que escaparon de penales de Santa Fe en lo que va del año. El 1° de enero seis reclusos de la cárcel de Coronda se escaparon después de pasar con los torsos desnudos y enjabonados por un ducto de aire acondicionado.
Yo mismo escuché el viernes pasado, en Rosario, a un preso con salidas transitorias: –“ ¿A qué hora tenés que volver? ”, le pregunté.
– “No, muchas veces no vuelvo. Según lo que tenga que hacer”.
En el devenir de la conversación dijo algo todavía peor: “Al juzgado lo manejamos nosotros”.
“El 99% de las fugas están pagadas”, le dice a Clarín el secretario de Ejecución Penal de la Defensoría General de San Martín, Juan Manuel Casolati. Hoy creer que se fugan limando barrotes es casi infantil. No hay ninguna unidad, ninguna comisaría que tenga barrotes al aire del exterior, sino que hay otros sistemas mucho más seguros respecto a esto. Y todas las fugas se pagan. Y en muchas se dirimen internas entre los penitenciarios.
“Naturalmente la cárcel es segura”, dice Francisco Mugnolo, procurador penitenciario de la Nación. En la mayoría de los casos la gente se escapa con ayuda de alguien, la mayoría de los casos no se explican si no es con la complicidad de los agentes penitenciarios. El sistema de custodia se ha rajado por corrupción.
El líder de la toma de rehenes de noviembre del año pasado en Tortuguitas, Marcelo Ameijeiras, se había escapado en septiembre de una comisaría de Moreno. Tenía una condena a prisión perpetua por asesinato, “Ameijeiras es un producto típico de la prisión”, asegura el periodista de Canal 13 Ricardo Canaletti. “Se ha escapado nueve veces, todas ellas en connivencia con los guardias. En el año 2010 estaba en la Unidad 48 de José León Suárez, tenía como trabajo ir a cuidar un parque que estaba fuera de la cárcel. Fue a cuidar el parque una vez, dos veces, hasta que se escapó. Lo recapturaron y terminó en la primera de Moreno. ¿Cómo hace un preso para estar en una comisaría y no en la prisión? Misterio: estaba en la comisaría de Moreno cuando él y otros cuatro hicieron una vaquita y le pagaron cinco mil pesos a un policía de apellido Pinto que ahora está preso. Pinto les permitió limar los barrotes y cuando ellos se cansaban iba el policía a limar, porque estaba apurado por tener los cinco mil pesos”.
“Si alguien quiere tener una mujer, pagan por ella”, sigue Canaletti. “Si quiere salir a robar para él y para los guardias también paga; nunca se permite salir a robar solamente para el preso. ¿Quiénes aceptan estas condiciones? Aquellos a los que su familia no les puede pagar una mejor estadía. Si uno no tiene dinero puede pasarla realmente mal”.
“Un celular en la cárcel cuesta 500 pesos”, le comenta a Clarín el ex detenido David Nievas. “Una botella de alcohol debe valer 200. Cuando uno ingresa al penal tiene una audiencia con el jefe, el director o el subdirector y esa persona lo manda a cualquier pabellón, a buzones o lo confina y le hace la propuesta: si querés estar bien, te vendo un lugar que vale diez lucas. No está bien del todo, pero son condiciones por lo menos con algo de tranquilidad. El mismo director pone una persona específica para la venta de droga, cuesta de 300 a 500 pesos. Para conseguirla voy, hablo con el encargado, le doy la guita y ellos me la traen en la próxima guardia. Muchas veces las drogas se entregan disueltas en crema o shampoo”. Después de tomarse un frasco de shampoo en el que no pueden saber la dosis que tomaron, se ponen fuera de sí, no reconocen a la persona que estuvo comiendo cinco años al lado de ellos en la cárcel y se matan entre ellos o se suicidan.
Los casos de torturas y malos tratos han ido subiendo desde 2008, cuando fueron 113, a 846 el año pasado (según la documentación de la Procuración Penitenciaria de la Nación). Sólo el año pasado se presentaron 136 denuncias por torturas, lo que representa un incremento del 74% respecto al año anterior. A diciembre de 2012, en la Argentina había 62.263 presos federales y provinciales, de los cuales sólo un 48% tiene condena; el 95% son hombres y sólo el cinco por ciento mujeres, el 7% del total terminó el secundario y casi la mitad no tenían ningún oficio antes de ser detenidos. La mitad reinciden.
Investigación: JL / María Eugenia Duffard / Amelia Cole.
De no creer: Obama se dio una panzada de argentinos
Por Carlos M. Reymundo Roberts | LA NACIONMi amigo Obama se acaba de dar una panzada de argentinos: en 48 horas estuvo con Boudou , con Máxima y con el Papa . Dije "mi amigo" y obviamente es una exageración. Apenas lo vi un par de veces, aunque la verdad es que pegamos onda. Cada tanto me permito hacerle llegar noticias de la Argentina, un país que lo sorprende y divierte. Alguna vez me dijo que las pocas ocasiones en que ha estado con Cristina pasó ratos muy agradables. "Todos los colegas con los que me encuentro están como locos para escucharme. Todos menos tu Presidenta, que habla sin parar y me explica cómo funciona el mundo. Qué interesante...".
La panzada empezó con Boudou en La Haya . No fue un encuentro prolongado -más bien todo lo contrario: un apretoncito de manos en un pasillo-, pero Obama lo disfrutó mucho. En primer lugar, porque no se le escapó el esfuerzo físico y hasta intelectual que hizo el vicepresidente para abrirse paso a los codazos, ponerse en su camino, estirarle la mano con desesperación, presentarse y decir alguna pavada. Y siempre con una sonrisa ganadora: les sonreía a los fotógrafos, a los camarógrafos, a Obama, a los que iban con Obama y a todo el que pasara cerca. Las fotos de los días posteriores nos mostraron al presidente norteamericano también muy sonriente, lo que permite inferir que copió ese gesto que ha hecho de nuestro vice una figura tan querible, tan popular.
Barack no tenía la más mínima idea de quién era Boudou, pero le tiré unos datos. En un par de tuits le comenté que, como habían revelado los cables de WikiLeaks, Amado era un buen amigo de Estados Unidos. Siendo ministro de Economía recibió a la entonces embajadora, Vilma Martínez, y le confió que era "desenfadadamente pro-norteamericano", y que durante años primero iba a esquiar a Aspen y después pasaba por las playas de San Diego. En esos cables reservados Vilma lo describió como un joven "simpático y locuaz". Muy locuaz. Hasta admitió que lo que estaba haciendo el Indec al truchar las estadísticas era un problema, y que la política económica del Gobierno también lo era. El pobre Amado nunca pudo imaginar que todo eso un día iba a trascender. Y Vilma nunca imaginó que las críticas al modelo económico del kirchnerismo iban a llegarle del propio ministro de Economía de los Kirchner.
Lo último que le conté a Obama es que Boudou estaba con algunos problemitas en la Justicia, que para la Justicia el tema Boudou era un problema, que también era problemático su actual papel en el Gobierno (que lo esconde, lo ningunea o lo manda de viaje), y que es admirable la entereza que el tipo le está poniendo a su derrumbe político. "¡Nice!", me respondió Barack.
Segundo capítulo de la panzada: Máxima. Por supuesto, no hizo falta que se la presentara. Sabe muy bien quién es. Precisamente con ella estrenó la sonrisa boudoudiana. Después me comentó que Máxima le resulta inteligente, culta, discreta. "Una verdadera reina." Digamos, más o menos lo mismo que me había dicho de Cristina.
La ronda argentina terminó anteayer con el Papa. Hablaron de todo y coincidieron en muchísimas cosas, especialmente en la urgencia de impulsar una cultura de paz, diálogo y concordia; de nuestro país, ni una palabra; hablaron de luchar contra la pobreza, la corrupción y el narcotráfico; de democracia genuina, respeto a la ley, independencia de la justicia y defensa de los derechos humanos sin banderías políticas; de la distribución de la riqueza y la importancia de la educación; hasta ahí, de la Argentina, nada. Destacaron que el mundo necesita líderes que sean modelos de austeridad y mostraron su preocupación por los regímenes que fomentan las divisiones, el revanchismo, el odio al que no piensa como uno; pero de la Argentina, ni la más mínima referencia.
Hasta que Obama pidió bajar a las "efectividades conducentes" (cita que atribuyó por error a Perón, cuando en realidad es de Hipólito Yrigoyen).
-¿Y su país, Santo Padre? Me preocupan las noticias que envía nuestra embajada.
-Qué dice su embajada, seré curioso.
-Bueno, usted sabe: que hay un deterioro político, económico y social.
-Yo estoy obligado a mirar las cosas con el prisma de la fe. Y tengo fe en que las dificultades se van a superar.
-Ah, qué bueno. Y eso cuándo será.
-Mire, la Presidenta estuvo aquí conmigo la semana pasada, hizo un extraordinario mea culpa -tengo entendido que algún columnista impertinente lo publicó en Buenos Aires el sábado, puede googlearlo- y la vi con voluntad de cambio.
-OK, OK. Con nosotros ha tenido posiciones..., no sé cómo llamarlas, cambiantes. Pasó de movilizar cielo y tierra para sacarse una foto conmigo a mandar a su canciller armado con un alicate para decomisar un avión de nuestro gobierno.
-Fíjese que conmigo ocurrió lo contrario. Primero me hizo la guerra y ahora muere por la foto. Pero yo la estimo. Y todo lo que usted pueda hacer por ella, se lo agradeceré. No se le escapará que necesito que a mi país le vaya bien.
-Estoy dispuesto a ayudarla, por supuesto. ¿Qué puedo hacer?
-¿Qué puede hacer? Usted también es un hombre de fe. Venga, arrodíllese conmigo. Vamos a pedir el milagro.
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http://www.clarin.com/opinion/carceles-argentinas-relato_0_1110488993.html
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