Viernes, 15 de agosto, 2014
A la Presi se le agotó la paciencia. Sabíamos que algún día sucedería
de nuevo y ayer fuimos testigos de un derrape discursivo digno de los
mejores tiempos. Presentí que algo distinto podía pasar cuando vi la
vulgar excusa que puso para hablar: un nuevo plan de viviendas. Y es que
anunciar un plan de viviendas en un gobierno kirchnerista es como
prometer que el lunes arrancamos la dieta.
Los planes de construcción de casas Reactivación I y Reactivación II
no reactivaron mucho. El Plan Federal de Viviendas I, y sus posteriores
anuncios de ampliación se vinieron con todo, pero a la larga,
tampoco funcionaron demasiado. En 2005 Néstor anunció otras 300 mil
viviendas. Para 2006 prometió de nuevo otras 300 mil viviendas cuando ni
habían empezado a ejecutar el baño de la primera casa de las anunciadas
en 2005.
Sólo entre 2003 y 2006 se anunciaron cerca de un millón de viviendas
de las cuales se construyeron tan sólo 100 mil según datos oficiales.
Como sabemos que lo que importa es un buen anuncio y que, si se repite
cien veces un concepto se hace carne, en 2007 Néstor prometió otras 250
mil viviendas a sumar “a las ya construidas”, con lo cual bajó la vara
de un millón a cien mil. Envalentonado con la reestructuración de la
deuda, aplicó una quita del 90% a la promesa de viviendas. Nadie lo
notó.
Para 2008, ya con Cristina ocupando el cargo de inauguradora serial,
se anunciaron 400 mil viviendas más, una promesa que tan sólo sirvió
para sepultar definitivamente el Plan de Préstamos para Inquilinos del
año anterior del cual yo conocí un solo beneficiario: un abogado que
truchó un alquiler altísimo para construirse un terrible rancho
financiado por todos nosotros.
En medio de la crisis de 2009 inauguraron un método que, a futuro,
replicarían hasta el hartazgo: hacernos creer que aquellos tiempos en el
que nos comimos los piojos fueron la primavera, cuando Néstor nos
devolvió la Patria y la dignidad a cambio de unos cuantos kilos de
dólares. En esa línea, Cristina anunció algo similar a lo que hizo el
expresidente y lanzó el Plan Federal de Viviendas II. El primero fue de
400 mil viviendas mayormente no construidas, pero éste fue más sincero y
la Presi prometió sólo 38 mil unidades. Porque acá había que ahorrar
hasta en las promesas que no se cumplirían.
Para
2010 la primera ocupación del Parque Indoamericano nos demostró que las
viviendas estaban al alcance de la mano y con tan sólo cinco cartones
se podía tener una casita con un jardín comunitario y arbolado de 15
hectáreas. Aprovechando el boom, a Hebe de Bonafini se le ocurrió
empezar a construir viviendas con la dirección de Sergio Schoklender y
nuestra plata, para variar.
El fracaso de los créditos para inquilinos demostraron que acá nadie
quería una casa propia y todos preferíamos seguir alquilando, vivir con
los viejos o pernoctar en la plaza. Pero para estar bien, bien seguros,
el Banco Nación mandó otra línea de créditos que confirmó la teoría de
que todos se encuentran satisfechos con su situación habitacional. Así y
todo, Cristina quiso probar una tercera vez y tiró el plan “Tu casa” en
plena campaña electoral de 2011. El plan duró lo mismo que la adhesión
del 54%.
Llegado el año 2012 los funcionarios tenían la convicción de que las
familias que vivían -y aún lo hacen- en las galerías de Paseo Colón y
Leandro N. Alem lo hacían de puro aventureros, no más. Sin embargo, para
tirar manteca al techo, anunciaron el Plan Procrear con plata de la
Anses. Primero prometieron 100 mil créditos. Luego 400 mil. Para mayo de
este año llevan “construidos” 110 mil, número en el que cuentan casas
nuevas, refacciones y ampliaciones.
En
total, se anunciaron más de dos millones de viviendas, entre las que
construiría el Estado y las que construirían los ciudadanos con créditos
del Estado. Para cuando se anunció el Procrear, llevaban prometidas 1,7
millones de viviendas y construídas 300 mil más 900 mil mejoras
habitacionales. Dos años después -ayer- la Presi dijo que llevan más de
un millón de viviendas y mejoras habitacionales.
O sea, los mismos
números de antes del Plan Procrear. Nadie sabe qué paso con la guita del
otro millón y medio prometido a lo largo de los años, pero si en 2012
todos aplaudieron cuando nos contaron que usarían nuestros ahorros para
sortear por Lotería Nacional quién tendría la suerte de tener un
crédito, no vamos a cambiar la ecuación justo ahora. Al menos fueron
coherentes con la lotería, dado que hay tantas chances de ganar el Quini
como de acceder a la casa propia sin ser hijos únicos ni matar a
nuestros padres.
Pero Cris no dedicó tanto tiempo a las viviendas ya que, como bien
sabemos todos, se trataba de una excusa para hacer catarsis ante las
cámaras. Así que tomó la primera salida de la ruta y saludó a un
jubilado chaqueño del cual festejó que en 2003 cobraba 600 pesos de
jubilación y ahora 3 mil.
Entiendo que en su cabecita saque cuentas
nominales en pesos tras una devaluación del 488%. Sin embargo, dudo que
alguien se haya sentido millonario cuando cobró 1,2 millones de
australes de sueldo en mayo de 1990. Los pibes aplaudieron igual a
Cristina y al viejo chaqueño, que en 2003 compraba unos 200 kilos de pan
con su sueldo de 600 pesos y ahora a duras penas llega a 140 kilos con
sus tres lucas.
En su concepto de orden y progreso, Cristina avisó que este plan de
viviendas no sería una joda loca, y que provincia que no ejecute,
provincia que se queda sin plan de viviendas. Los que necesitan la casa,
que se jodan.
Como
la salida de la ruta del discurso le pareció fea, tomó la banquina y se
quejó de los diarios que sólo transmitieron el comunicado de Mark
Brodsky, miembro del fondo Aurelius. Nadie le avisó que la foto que
mostró es la de Sam Zell, un multimillonario que sólo se parece a
Brodsky en que no tienen problemas para pagar las expensas. Cabecita de
novia, ella tampoco se calentó en chequear.
Enojada porque Brodsky con la cara de Fulano dijo que “lo peor está
por venir” para la Argentina, puteó a los europeos y luego los puso como
ejemplo de regulaciones antibuitres, recontra puteó a Brodsky con la
cara de Mengano para luego ponerlo de ejemplo de que si los privados
también fracasaron, el Gobierno no estuvo tan mal en fallar y los siete
goles de Alemania a Brasil se olvidarán pronto.
Fuera de la banquina y ya a campo traviesa por las tierras de la
oratoria inconsistente, Cristina se enojó fiero porque las palabras de
Brodsky con la cara de Perengano son una amenaza para todos los
argentinos y no se puede tolerar tamaña falta de respeto a la soberanía
de un país. Porque si nos van a amenazar con fantasmas a futuro, es
preferible que lo haga un funcionario o, mejor aún, una Presidente en
ejercicio, que al menos es nuestra y nació en este suelo.
Luego llegó la sección Cristina Investiga, en la que la Presi nos
contó que se junta con Echegaray a tomar el té, jugar al bridge y buscar
empresas con capitales de fondos buitre, tras lo cual se enojó con
todos los periodistas que no investigaron los datos confidenciales que
maneja la AFIP por estar, entre otras cosas, entretenidos con las
aberraciones del Gobierno. Cristina encontró que Paul Singer alguna vez
tuvo el 7% de la imprenta Donnelley y que en 2013 se lo vendió a otro
fondo de inversión. Para que no haya malentendidos, la Presi aclaró que
el comprador -BlacRock- se presentó ante Griesa a favor de Argentina. Y
así, como quien no quiere la cosa, dijo que “todo hace juego con todo”.
Puede que BlacRock esté en la joda, puede que no. Sin embargo,
debemos agradecer que a la exitosa abogada no le dio/no quiso ser jueza,
porque si denuncia penalmente a un tipo porque una vez le compró su
participación a un acreedor, tranquilamente podría condenar a Carlitos
Balá por abuso infantil porque en 1962 estuvo en una misa católica. Como
todo hace juego con todo, y sabemos que Grassi es sacerdote, Balá es
culpable.
Así fue que la Presi comunicó que denunciaron penalmente a una
empresa que ya se fue del país. Y la denunciaron por “desestabilizar” al
Gobierno al dejar 400 personas en la calle. Y lo hicieron el mismo día
en que Paraná Metal, de Cristóbal López, suspendió a la totalidad de sus
empleados. En el caso de Donnelley, es un acto de terrorismo. En el de
Cristóbal, sólo una maniobra de los medios para “infundir temor a la
sociedad”.
Después nombró a los empresarios de la primera fila y les recriminó
las críticas al proyecto de reforma de la Ley de Abastecimiento. Dio la
casualidad de que uno de los nombrados fue Alberto Cornide, titular de
la CAME. Justo Cornide, que pasó de organizar el lock-out patronal
contra Isabelita en 1976 a emitir un comunicado esta semana en apoyo al
delirio de Kicillof. O sea, a Cornide le podría haber recriminado que
presidió la Comisión de Homenaje Permanente a la Revolución Libertadora,
que encabezó el Fans Club de Videla durante toda la dictadura, que
festejó a los Carapintadas y que homenajeó a Patti, pero nunca podrán
criticarlo por oponerse a este gobierno si hasta le ceba mates a
Kicillof en su propia oficina.
Agotada de ver que todos quieren opinar ante cada una de sus ideas,
se la agarró también con los gobernadores de las provincias petroleras
por la Ley de Hidrocarburos. Como argumentar pasó de moda, les dijo que
con Repsol no se quejaban, que el Estado quiere respetar las soberanías
de los recursos provinciales y que por eso regularán hasta la cantidad
de tinta a utilizar en cada contrato.
En
una voltereta que ningún terapeuta se atrevería a analizar, dijo que el
descubrimiento del nuevo yacimiento de gas de Neuquén tiene que ver con
la intención de Estados Unidos de querer endeudarnos para controlar el
petróleo frente al conflicto de Oriente Medio. Así, mientras Galuccio
cruzaba los dedos para que a Cristina no se le ocurriese revisar quiénes
son los inversores de Chevron -que no es, precisamente, una compañía
petrolera venezolana-, Cristina le pidió a los empresarios que “piensen
bien lo que van a hacer”, dado que acá estamos bárbaro y el resto del
mundo “viene para atrás”.
Finalizada la cagada a pedos generalizada y con ganas de seguir
hablando, Cris se acercó a uno de los patios para charlar con los que no
hacen el mínimo esfuerzo en buscar la relación entre lo que dice la
Presi y la realidad que vieron antes de entrar en la Rosada. Como quien
no quiere la cosa, comparó al conflicto de la Franja de Gaza con la
Guerra de la Triple Alianza y aseveró que “los beneficiados de las
guerras siempre quedan tras bambalinas, como pasó acá con la imprenta
que cerró”.
Mientras los militantes cantaban “si la tocan a Cristina qué quilombo
se va a armar”, Cris dijo que acá no hay culto al personalismo, que
ella no intenta adoctrinar a nadie, que el mundo está patas para arriba,
que no le gusta dar discursos con olor a naftalina porque es buena para
las polillas y a ella nunca le gustó ser polilla. Los pibes demostraron
que son la evolución de la humanidad dado que ninguno quedó en estado
catatónico y aplaudieron enfurecidos lo que en su vida entenderán.
Más entretenido estuvo el segundo saludo balconero, en el que explicó
con lujo de detalles cómo funciona un préstamo usurero y cómo un
prestamista aprovecha la usura para quedarse con la casa del deudor.
Luego de la clase magistral para conseguir 28 propiedades en un par de
años, afirmó que no cree en izquierdas y derechas, dado que a su
izquierda está la pared y un Rolex President de oro.
Y así, luego de putear a los gobernadores, a la oposición, a los
medios, a los bonistas que hablaron a favor de la Argentina, al juez que
debe decidir nuestro futuro y a los acreedores, pidió que estemos todos
juntos para que podamos cumplir con nuestras obligaciones por amor a la
Patria.
Una Patria en la cual los gobernantes te putean sólo por no opinar
igual. Una Patria en la que un crédito hipotecario es para quien
demuestra que no lo necesita. Una Patria en la que el Gobierno festeja
que cada vez más gente necesita de planes de asistencia social. Una
Patria en la que las comodidades de cualquier familia clase media de
hace unos años, hoy son lujos que no cualquiera puede darse. Una Patria
en la que no podés caminar por la calle sin esquivar personas durmiendo
en la acera y un desfile de mini zombies sin futuro pidiendo
robóticamente una moneda para comprar algo para comer. Una Patria en la
que sólo en la última semana mataron al viejo de un amigo y asaltaron a
tres conocidas después de recagarlas a trompadas.
Una Patria en la que un puñado de tipos que se hicieron
multimillonarios a fuerza de negociados y choreos nos piden que seamos
patriotas.
Viernes. Miré qué lindo es mi país, paisano.
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relatodelpresente
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