El dilema de Cristina por estos días es simple: dólar o recesión. Si mantiene altas las tasas de interés logrará controlar la corrida al dólar, pero seguirá hundiendo a la economía en la recesión. Si, en cambio, afloja la restricción monetaria bajando las tasas: es decir, el precio que pagan los bancos a los depositantes en pesos, para que a su vez presten más barato el riesgo es que vuelva la fuga al dólar y la presión por una mayor devaluación.
Según el economista Luis Secco, el
crédito al sector privado pasó de una expansión promedio mensual de
$10.000 millones en 2013, a una contracción de – $1.500 millones en
abril pasado. Con el fuerte encarecimiento del crédito y la suba de
precios posdevaluación es lógico que se haya apagado la venta de bienes
durables (autos, motos, electrodomésticos), el último motor del
crecimiento que se mantenía en marcha tras el derrumbe de la
construcción que provocó el cepo.
Pero el tan temido enfriamiento se
extiende a todo el mercado interno. Según la consultora Elypsis, en
abril, las ventas en supermercados y shoppings cayeron en términos
reales 3,4% y 8,5%, respectivamente. No hay crédito, o es escaso y caro,
y el poder adquisitivo de los salarios se encogió aceleradamente: entre
abril último y abril de 2013, la reducción del salario real de los
trabajadores registrados llega al 11% (27% de aumento de sueldos versus
38% de inflación).
Mientras tanto se reaviva la clásica
bicicleta financiera dólar-tasas, que hizo furor en épocas de la tablita
cambiaria de Martínez de Hoz: colocar en plazos fijos de corto plazo en
pesos a tasas del 25% anual, con dólar fijo es una apuesta especulativa
tentadora. La diferencia es que hoy para salir no está autorizado
comprar dólares sino títulos de la deuda en dólares.
Axel Kicillof convenció a Cristina que el
dilema devaluación o recesión se resuelve con el ingreso de dólares
frescos del exterior. La secuencia es conocida: cerrar con el Club de
París un plan de pagos, postergar en la Corte Suprema de Estados Unidos
el juicio de los fondos buitres hasta el 2015, y abrir ventanillas de
financiamiento externo. Ya tiene decidido anunciar el canje
del Boden 2015 por u$s 5000 millones que vence en octubre del
año próximo y cree que es factible emitir títulos por otrosu$s 3000
millones. Por su puesto, a tasas inferiores al 11% anual en dólares
que rinden actualmente los bonos argentinos.
Todavía no está claro si ese esquema de
pasar la gorra en los mercados para conseguir dólares tendrá éxito.
Kicillof se muestra pragmático ante sus interlocutores por si falla, o
se demora el plan A. Dice que en ese caso cuenta con los tres
instrumentos que se utilizaron durante el verano para domar a la fiera:
tipo de cambio, tasas de interés y regulación de los bancos. Es difícil
imaginar que Cristina esté dispuesta a pagar el costo político de otra
devaluación. Más probable es que se acumule más atraso cambiario para
tratar de anclar los precios y que se arregle el que sigue.
Pero siempre hay un nivel de tasas de
interés que frena la corrida, aunque también mate a la economía real. Y
antes de eso se podría echar mano a los dólares que le quedan a los
bancos.
Según fuentes del mercado, hasta abril,
se llevaban vendidos en el mercado cambiario unos u$s 6400 millones de
la soja y otros u$s 3200 millones de los bancos, obligados a
desprenderse de sus divisas por encima del tope del 30% de su patrimonio
tras la devaluación. Las entidades todavía conservarían en cartera
otros u$s 4000 millones, que en Economía monitorean con atención. La
advertencia de Kicillof al banquero Jorge Brito, que había hablado de la
inflación y el atraso cambiario, tal vez anticipa la jugada: Me llama
la atención cómo (los bancos) defienden la dolarización de sus activos,
timbeaban con el dólar, especulaban, es espantoso, aseguró.
A todo esto, el Indec truchó en los
últimos años: las cifras de inflación; del PBI; de la inversión (según
la última revisión, en 2013 la inversión fue del 16,7% del PBI frente al
22% publicado originalmente); los informes de pobreza e indigencia; los
índices de salarios (en la estadísticas oficial, en marzo los salarios
en negro ¡aumentaron 34,3%! respecto a igual mes del 2013, y los
salarios en blanco 27%); los montos de las exportaciones, y sigue la
lista. En abril, la recaudación previsional creció solo 19%, casi 20
puntos menos que la inflación interanual y muy por debajo del 31% de
suba en abril del año pasado. ¿Cuáles son hoy los datos reales de
empleo?
@
http://marcelolongobardi.cienradios.com/imperdibles/
http://marcelolongobardi.cienradios.com/imperdibles/el-dilema-de-la-presidenta-dolar-o-recesion/
https://www.youtube.com/user/OTROBB4/videos
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